Pernambuco. Preocupación en el mundo de la música por el futuro de esta especie.
La madera de Pernambuco (Paubrasilia Echinata o Caesalpinia Echinata), también conocida como “Pau-brasil”, es la única madera utilizada desde finales del s XVIII para la construcción de los arcos de alta gama usados por músicos de cuerda de todo el mundo. Se trata de una especie endémica de la región de Brasil conocida localmente como “Mata Atlántica”, la franja que recorre el litoral este hasta el extremo norte del país.
Actualmente, desde Septiembre de 2007, esta especie estaba protegida por la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) en su apéndice 2. Esto suponía la necesidad de ciertos certificados y controles administrativos en el comercio y utilización de esta materia prima, pero no de los objetos fabricados con ella: los arcos. Concretamente se permitía el comercio y uso de madera de Pernambuco cortada antes del año 2007. A partir de esa fecha todo artesano o proveedor de madera, dentro del plazo estipulado, se vio obligado a declarar su stock para obtener un certificado CITES que le autorizaba a utilizarlo para su trabajo. Pero esta normativa tenía un resquicio, y es que tan pronto como la madera ilegal, sin certificado, era procesada en arcos acabados, estos se convertían automáticamente en “legales” ya que la normativa no les afectaba, prolongando así a la tala y comercio ilegal de esta especie durante los últimos años. La próxima conferencia de la CITES se celebrará en Panamá entre el 14 y 25 de Noviembre de 2022, y el gobierno de Brasil ya ha solicitado que esta madera pase al apéndice 1, el máximo nivel de protección. Esto significa que de ser aprobada esta propuesta, se endurecerán las restricciones y los aproximadamente 600 artesanos en todo el mundo tendrán que replantearse su futuro. Las transacciones comerciales, exportaciones e importaciones se verán sometidas a las estrictas exigencias del sistema de permisos CITES.
Pero sin duda, el gran perdedor será el músico, que verá un notable aumento y especulación sobre el precio de los arcos nuevos y antiguos, pero además, será muy complicado viajar con un arco de madera de Pernambuco en el estuche, ya que esta especie será estrictamente controlada en todas las aduanas, del mismo modo que ocurre actualmente con otros materiales como el palisandro o el marfil. Es decir, cada arco deberá poseer una autorización oficial, o lo que es lo mismo, cada músico tendrá que procurarse un certificado, para cada uno de los arcos que posee, que demuestre que la madera utilizada en su construcción es anterior al 13 de septiembre de 2007, fecha de entrada en vigor de la actual normativa.
Teniendo en cuenta el número actual de orquestas profesionales, orquestas amateurs, profesores de conservatorios, músicos independientes, estudiantes, aficionados, y sabiendo que, por lo general cada musico suele poseer dos arcos o más, esta nueva restricción se va a convertir en un verdadero problema burocrático, tanto para los miles de usuarios como para la propia administración. Como ejemplo basta imaginar el quebradero de cabeza que supondrá el paso de una orquesta sinfónica por las aduanas durante una gira, además de la perdida de tiempo en gestiones y el perjuicio económico.
Por supuesto hace tiempo que existen alternativas al uso de la Caesalpinia Echinata que tienen cierta aceptación, ya sean materiales sintéticos u otras especies, si bien la utilización del Pernambuco está tan profundamente anclada en la identidad sonora del músico clásico, que resulta inconcebible poder utilizar otro material.
Evidentemente Brasil se enfrenta a un problema de contrabando, especialmente en sus reservas protegidas y esto parece ser el objetivo de esta nueva restricción, pero sin duda es también responsable de la deforestación en beneficio de la agricultura intensiva o la urbanización descontrolada.
Además, si tenemos en cuenta que un árbol de Pau Brasil tarda tan solo 30-40 años en crecer lo suficiente como para poder ser utilizado, comparado con otras especies que tardan cientos de años, parece que una gestión seria y sostenible debería ser posible. De hecho, desde hace ya más de veinte años los profesionales de la arquetería de todo el mundo se han unido con el fin de poner en marcha junto a varias ONGs brasileñas un programa de reforestación de estos arboles.
Cerca de 340.000 arboles de Pernambuco han sido ya plantados. http://www.ipci-comurnat.eu.
Desde el GLAE ( Gremio de Luthiers y Arqueros de España) creemos que es precisamente su utilidad para fabricar arcos lo que representa una oportunidad para poder preservar esta especie.
Una gestión controlada de las talas y del comercio de este recurso natural es un valor añadido frente a la presión de la agricultura intensiva y la deforestación.
Hacemos un llamamiento a nuestros políticos y a la Comisión Europea para que evalúen cuidadosamente el impacto de la propuesta del gobierno brasileño en el sector musical y para que se incluya la protección de la música junto con la conservación de Pernambuco como prioridades clave a la hora de adoptar una posición sobre este tema.
Foto: Mauro Halpern